3/06/2008

Por momentos

Hay situaciones en las que una decisión que en su momento parece sólida, culmina su ciclo efímero y cede terreno a una duda antagónica. Nos preguntamos, entonces, por qué no podemos ser tenaces y creer en aquello que optamos. Una posible respuesta surge desde una parte nuestra a la que hemos desterrado por no obedecer a la razón. ¿Por qué lo haces, si no es lo que realmente quieres?, ¿por qué perseguir la ruta que según tú es la única y, de esta manera, desbaratar una historia que (quién sabe) no debe concluir aún?.

Las respuestas se conocerán tiempo después... Una a una, poco a poco, hasta que la angustia te consuma... hasta que te olvides de ello... o ambas. Hasta entonces:

Por momentos pienso que sería mejor dejarlo todo al único capaz de alcanzar la sophia, otros imploro para que su voluntad sea la que yo quiero y, así, sentir que estaremos juntos. Por momentos quiero hacer algo, y más, por lograr que seas tú, con tu mirada, la que ilumine mi recorrido, sobre todo en las partes más sombrías y escabrosas, otros dejo que me colmen los comentarios a desfavor y permanezco quieto, soliloquiado, sin hacer nada. Por momentos te veo como una realidad, otros como un sueño... Sueño que ya empieza a culminar...

3/01/2008

Nuevamente...


Lo malo de acostumbrarse a lo que fuere, es que un cambio, aunque sea minúsculo, sólo te parecerá bueno si te agrada muchísimo, infinitamente. Cuando sucede lo contrario, prefieres mil veces que todo vuelva a normalidad, aunque ésta no haya sido la mejor...

Aquí estoy nuevamente, subiendo hacia el descanso que atemorizaba mi ser desde hace un tiempo. Recorriendolo que siempre estuvo y ya no más, observando lo que aún permanece y recordando lo que se dejó ir. No sólo es ello, además es ella. Ahora es menos complicado resolver una decisión pasada, pero todavía es difícil determinar el futuro: KA.

Desengañándo... te,lo,me

Ahora las cosas se aprecian desde otro panorama. Palabras de personas que saben de tí, sobre tu paradero, resúltan inverosímiles. Pero ella, que te conoce y es tu amiga desde hace mucho, no refutó comentario alguno, como si validase lo que exclamaron cierta noche. Pero... ¿Por qué no lo advirtió?, ¿por qué sólo lanzó cuidados menores?. Ya nada es como al principio, quizá sólo fue como el estallido de un astro: hermoso... pero fugaz.